remate
separador
JERÓNIMO SILLER

JERÓNIMO SILLER

22 de Agosto 2011
Jeronimo-Siller.jpg
Hombre honrado y trabajador, Jerónimo Siller tuvo siempre una limpia trayectoria ejecutiva durante su administración, tratando de gobernar sin prejuicios ni antagonismos. Fue gobernador constitucional interino de Nuevo León en virtud del desafuero del gobernador Porfirio G. González. Su interinato se prolongó desde el 16 de octubre de 1925 hasta el 4 de octubre de 1927. 

Nació en la Hacienda de San Pedro Garza García el 30 de septiembre de 1880, Jerónimo Siller quedó huérfano a los diez años de edad y tuvo que ponerse a trabajar. Por su cuenta aprendió inglés, dibujo y mecánica. 

Laboró después en la fundidora Estrella y, más tarde, instaló su propio taller en Monterrey. Canalizó todo este aprendizaje hacia sus inventos, pues diseñó toda una serie de aparatos para adaptarlos a motores y máquinas diversas. Se ocupó también de la agricultura, sobre todo del cultivo de naranjos, nogales y otros árboles frutales. 

Precursor de la Revolución Mexicana, Siller formó un club político para apoyar a Francisco I. Madero, colaborando además en su campaña presidencial en 1913.  Después de la Decena Trágica, fue aprehendido por el régimen de Victoriano Huerta y, en compañía de Nicéforo Zambrano, Alfredo Pérez y otros militantes maderistas, conducido a la capital de la República. La oportuna intervención de Jerónimo Treviño y de Rodolfo Reyes, evitó que se les fusilara. 

Deportado a los Estados Unidos, Siller residió en ese país sin perder el contacto con los frentes de guerra que se abrieron en contra del gobierno usurpador de Victoriano Huerta. Una vez organizado el movimiento constitucionalista, cruzó la frontera y se incorporó a las fuerzas de Pablo González y Antonio Villarreal primero, y más tarde a las de Lucio Blanco. 
  
Participó de diversas formas en la lucha contra Huerta y el Ejército Federal; después de librar combate en el Fuerte, se le comisionó para conseguir armas en la frontera; luego, aunque tenía un brazo fracturado, emprendió también la tarea de reparar cañones y armas en su taller de fundición. 

A todas esas actividades, Siller sumó su participación en la vida política y administrativa de Nuevo León. Así, ya en 1912 había sido nombrado regidor del Ayuntamiento de Monterrey. Más tarde, y por su cuenta, fundó y presidió el Partido Constitucional Progresista, plataforma mediante la cual impulsó la campaña para gobernador de Nicéforo Zambrano, quien por cierto obtuvo el triunfo. 

Alcalde suplente en 1917 y al año siguiente alcalde propietario de Monterrey, en octubre de 1925 Jerónimo Siller fue nombrado gobernador interino en sustitución de Porfirio G. González. 

El 16 de septiembre de 1927 rindió su último informe de gobierno y al mes siguiente entregó el poder a Aarón Sáenz.  Jerónimo Siller murió en Monterrey el 4 de marzo de 1962. 

Fuente:
Varios, Los Gobernantes de Nuevo León. 
Historia (1579-1989).
separador
remate