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Lázaro Garza Ayala

Lázaro Garza Ayala

28 de Noviembre 2011
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Nació en San Pedro (hoy Garza García), el 17 de diciembre de 1830. Sus padres fueron Patricio Rodríguez y Rosalía García; sin embargo, adoptó los apellidos de su tutor, el canónigo Antonio de la Garza Ayala, quien lo protegió desde niño y le enseñó las primeras letras. Ingresó en el Seminario de Monterrey, pero interrumpió sus estudios para incorporarse a las tropas que defendieron Monterrey en 1846, durante la invasión norteamericana. Fue partidario del Plan Restaurador de la Libertad, proclamado por Santiago Vidaurri en 1855 para secundar la Revolución de Ayutla, encabezada por el general Juan Álvarez. 

Lázaro Garza Ayala combatió las constantes invasiones de filibusteros texanos en el noreste de la República, lo que le valió sustituir al general Zaragoza en la comandancia militar de Monterrey, con el grado de comandante de artillería. Al iniciarse la Guerra de Reforma, Lázaro Garza Ayala que había logrado obtener su título de abogado en abril de 1859, trece años después de haber interrumpido sus estudios se inconformó con el ejercicio dictatorial que del poder hacía Santiago Vidaurri, por lo que se distanció de él y en 1859 se sumó al movimiento de los congresistas; éstos, desde Galeana, se oponían al rompimiento con el gobierno federal. Garza Ayala fue capturado y estuvo a punto de ser fusilado en Saltillo por órdenes de Vidaurri, pero finalmente obtuvo el indulto. 

Marchó entonces al interior del país para unirse a las fuerzas republicanas del general Ignacio Zaragoza, con las que participó en las acciones de Guadalajara y Calpulalpan. Después, ante la Intervención Francesa, combatió en Acultzingo y asistió a la batalla del 5 de mayo de 1862, en Puebla. Para entonces, Garza Ayala era secretario de Ignacio Zaragoza y le correspondió redactar el parte oficial de este triunfo, mismo que inició con la frase "Las armas nacionales se han cubierto de gloria".

En 1863 resistió en el sitio de Puebla que las fuerzas liberales sostuvieran durante 61 días (del 16 de marzo al 17 de mayo), hasta que finalmente se vieron obligadas a rendir la plaza. Fue hecho prisionero, pero logró escapar y se reincorporó a las tropas republicanas. En este mismo año continuó combatiendo en la zona de Puebla y obtuvo el grado de general. Sin embargo, de nueva fue aprehendido por los franceses, quienes mediante una corte marcial lo condenaron a prisión en la isla de la Martinica, en donde permaneció cinco meses. Indultado por los franceses, el licenciado Garza Ayala volvió a México y hacia fines de 1864 se unió a Juárez en Monterrey; fue designado comandante militar de esta ciudad y jefe de la línea del Bravo (para la defensa de la frontera).

Restaurada la República, Lázaro Garza Ayala se incorporó al servicio público y presidió el Tribunal Superior de Justicia; fue entonces que, durante una licencia concedida al gobernador Ramón Treviño en noviembre de 1869, se ocupó interina- mente del poder ejecutivo de Nuevo León. En junio de 1872 Garza Ayala volvió a gobernar el Estado al asumir los mandos político y militar tras la renuncia de Genaro Garza García. A raíz de la muerte del presidente Juárez, el 18 de julio de 1872, el gobernador Garza Ayala dispuso que los empleados y funcionarios públicos portaran una flor de tela negra en señal de luto.

Finalmente, el 4 de octubre de 1887 tomó posesión como gobernador constitucio- nal. Su administración (1887-1889) se caracterizó por el impulso que otorgó a la industria, a la educación y a la realiza- ción de obras públicas. Los decretos más importantes promulgados por el goberna- dor Garza Ayala consistieron en la exención de impuestos a la inversión y al capital durante cierto tiempo, a fin de estimular la industria, la agricultura y la construcción.

Murió en Monterrey, el 3 de mayo de 1913.

Fuente: Los Gobernantes de Nuevo León (1579-1989), J.R. Fortson y Cía. Editores (1990)
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