Manuel María de Llano

Nació el 1 de marzo de 1799. Hijo de Pedro Manuel de Llano, respetado político y diputado por el estado de Texas en 1814, y María de Jesús Lozano.

Estudió la carrera de medicina en la ciudad de México. De regreso en Nuevo León, se incorporó en calidad de médico al Primer batallón de la Milicia Cívica.

Fue alcalde de la ciudad de Monterrey y diputado al Congreso del Estado de Nuevo León.

Fungió como gobernador del estado luego de la renuncia de Manuel Ramos de Castro. Meses de haber tomado posesión del puesto (25 de febrero de 1833), debió de enfrentarse a la enorme crisis que provocó una epidemia de cólera en la localidad (agosto de 1833). La cual diezmó la población del estado en más del 20%.

Como político, fue siempre un apasionado de los ideales liberales y llegó a aplicar, en su papel como gobernador, reformas liberales en el estado: el derecho de cobros eclesiásticos en los servicios religiosos fue reglamentado por el gobierno, prohibió la inhumación en los templos, etc.
Debió renunciar al gobierno del estado a causa del enfrentamiento entre las corrientes liberales y conservadoras en el país. Entregó el poder a Pedro Lemus, el 1 de agosto de 1834.

Volvió brevemente a encabezar el poder político en Nuevo León pero sólo por nueve días (del 3 al 12 de marzo de 1839), luego de que se auto declaró gobernador al intentar restablecer el liberalismo y federalismo en la región. El general Pedro Ampudia tomó la plaza de Monterrey y lo obligó a renunciar.
Llegó a ser gobernador en otras dos ocasiones (1841 y de 1844 a 1845) siempre defendiendo sus ideales políticos. Durante su último mandato debió renunciar a causa del agotamiento físico.

En 1846, participó en las negociaciones por la capitulación de la ciudad ante la invasión norteamericana.

Fundó el periódico opositor de Nuevo León, "El Antagonista".

A pesar de sus ideales liberales, su carácter reformista y medidas anticlericales, era un ferviente católico.

Murió el 9 de marzo de 1863, en la ciudad de Monterrey.