Grupo Legislativo
Partido del Trabajo

Autor: Grupo Legislativo PT

La barbarie urbana que sufre nuestra ciudad de Monterrey duele verdaderamente, porque el interés predominante es por el dinero y no por el desarrollo humano, social y económico de la ciudadanía regiomontana en forma justa, igualitaria y democrática. Por ello, la lucha del Partido del Trabajo es por transformar realmente nuestras comunidades, pues mientras campee la simulación y la complicidad seguirán la pobreza y desigualdad, la corrupción e impunidad, la inseguridad y las injusticias contra los sectores populares y las clases trabajadoras. En Monterrey estamos obligados a trabajar con mayor ahínco para cristalizar también un proyecto alternativo de gobierno municipal, que no solamente revierta la barbarie urbana, sino que sea un gobierno humano, honesto y solidario al servicio de los sectores mayoritarios y que trabaje prioritariamente por las personas discapacitadas y por los adultos mayores, así como por las madres trabajadoras, por la juventud y por la niñez que menos tiene, ya que son el futuro de Nuevo León y de nuestra Patria. Con la fuerza del pueblo trabajador sí podemos transformar nuestros gobiernos municipales, ya que donde el pueblo manda no hay gobierno corrupto y cuando la ciudadanía participa activamente se combaten con mayor eficacia los robos a personas, hogares, negocios y todos los males de la inseguridad. Sólo así es posible lograr un desarrollo urbano sin hacinamiento habitacional, ni caos vial, ni baches, ni contaminación. En el PT vamos por ese gobierno ciudadano y transparente, plural e incluyente, que invierta en el bienestar de las familias; es decir, en educación, salud, vivienda, empleo, seguridad, transporte y que impulse el comercio, el turismo y la industria sin afectar las áreas verdes, ni el medio ambiente. Para lograr tales propósitos, nuestra apuesta es postular personas con arraigo popular y capacitados para servir al pueblo, como Patricio " Pato" Zambrano, a quien refrendamos como nuestro digno y aguerrido candidato por la Alcaldía Monterrey en la elección extraordinaria de este domingo 23 de diciembre, por ser el único que garantiza un mejor Monterrey y la aspiración de avanzar en el desarrollo con visión humana y social. En el 2105, Patricio Zambrano obtuvo 109 mil 229 votos, el 20.2 por ciento de la votación como candidato del Partido del Trabajo, prácticamente el mismo porcentaje que en la elección anulada del 2018, en la cual registró 101 mil 736 votos, el 19.4 por ciento de la votación como candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, integrada por PT-Morena-PES. Si bien ahora la Coalición no se pudo mantener, a pesar de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó a los partidos contender con los mismos candidatos de la elección ordinaria, la intención del voto hacia "Pato" Zambrano es creciente debido al hartazgo de la gente contra quienes nos han gobernado, por lo que la ¡tercera es la vencida! tal y como Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de México. En el Partido del Trabajo no llegamos por casualidad a esta batalla histórica por Monterrey, ni intentamos subirnos al barco lópezobradorista; más bien, en el PT no nos hemos bajado del barco desde el año 2000, cuando postulamos a Andrés Manuel para Jefe de Gobierno del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, así como para Presidente de la República en tres elecciones (2006, 2012 y 2018) consecutivas. Toda proporción guardada con las elecciones presidenciales, la decisión de nuestros aliados de no ir juntos por la Presidencia Municipal de Monterrey se sale de la lógica política, toda vez que la lucha aislada no beneficia a la fuerza nacional que busca conquistar el poder político en los tres niveles de gobierno para llevar a cabo la cuarta transformación del país. Apartarse de la Coalición es un error no solamente en la capacidad de análisis, sino en los argumentos esgrimidos de poca solidez y de nula valía para el propósito de Andrés Manuel de ganar gobiernos estatales y municipales que respalden las fuerza política nacional que lo llevó al poder presidencial y que, por el contrario, favorecen más a los adversarios. La decisión de no participar tampoco tiene sentido cuando existen cuestionamientos preocupantes de pretender beneficiar a otro partido y a su candidato, ni mucho menos cuando públicamente se lanzan críticas contra quien no se rinde y sigue en la lucha por su amor a Monterrey y por su compromiso de lograr juntos el cambio.