La Diputada Norma Benítez presentó un exhorto al titular de la Agencia de Administración Penitenciaria del Estado, para que el comprobante de matrimonio deje de ser obligatorio en la autorización de visitas íntimas en los penales de Nuevo León.

En 2016 se publicó la Ley Nacional de Ejecución Penal, donde se cambió el concepto de "visita conyugal" a "visita íntima" al considerarse más apropiado, neutral y amplio en su interpretación tanto para aquellos reclusos que tengan conformada una familia como para los que no.

Sin embargo, Nuevo León persiste en mantener el concepto de visita conyugal, lo que implica la necesidad de comprobar mediante acta de matrimonio la relación filial con la pareja. Esto evidencia, por un lado, la falta de armonización jurídica con la legislación federal, y por otro, una imposición administrativa que adiciona trámites y burocracia para quienes solicitan visitas íntimas, agravando la condición de personas internas en situación de vulnerabilidad como lo es la comunidad LGBTIQ+, dificultando garantizar el respeto a sus Derechos Humanos por causa de identidad de género.

"Claro que es importante cumplir con los requisitos establecidos para efectuar las visitas íntimas. Lo que solicitamos mediante este Punto de Acuerdo es que el comprobante de matrimonio no sea un documento determinante para que el comité técnico de admisión autorice o niegue la viabilidad de la Visita Íntima, Ya que muchas de las Personas Privadas de libertad por diversos factores no cuentan con ese documento o simplemente no lo desean tramitar", explicó la Diputada.

Un Informe Especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en Centros de Reclusión de la República Mexicana consideró excesivo o difícil el cumplimiento de requisitos a cubrir para la autorización de una visita familiar o íntima. Esto explica por qué en la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad ENPOL de 2021 se evidencia que solo una de cada cinco recibe visitas íntimas en los Centros de Reinserción Social.

"Por los efectos disocializadores de la cárcel y la despersonalización de los internos, las visitas íntimas adquieren una relevancia crucial para las personas que se encuentran recluidas. La gente no se muere por no tener sexo, pero sí por no tener amor", enfatizó Benítez.