Archivos Diciembre 2013

Eugenio Garza Sada nace en Monterrey el 11 de enero de 1892. Hijo del empresario Isaac Garza y la señora Consuelo Sada.
Realizó sus estudios primarios en el Colegio de San Juan, en Saltillo y en el Colegio Hidalgo, en Monterrey. Sus estudios preparatorios los llevó a cabo en la "Western Military Academy" y los profesionales en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Estas dos últimas instituciones ubicadas en los Estados Unidos de Norteamérica. En 1916, Garza Sada obtiene el título de Ingeniero Civil.
En 1917, regresó a Monterrey para desarrollarse profesionalmente en la Cervecería Cuauhtémoc, en donde laboró por más de 50 años.
En 1921 contrajo nupcias con Consuelo Laguera.
Entre las mejoras de carácter social que implementó en la afamada empresa regiomontana estuvieron la creación de despensas familiares y el otorgamiento de casa propia para los empleados.
El Ing. Garza Sada mostró gran interés en la educación superior de los trabajadores y del pueblo de Nuevo León, en general.
Concibió la idea de crear el Instituto Tecnológico y Estudios Superiores de Monterrey y, con el apoyo de empresarios regiomontanos, convirtió en realidad lo que se dice fue un sueño de décadas.  Dando inicio, de forma modesta en una casa del centro de Monterrey, en el año 1943, con 350 alumnos y pocos profesores. Don Eugenio Garza Sada fue presidente del Consejo Directivo de la institución educativa desde el inicio y hasta la fecha de su muerte.
Muere asesinado, en un fallido intento de secuestro, en Monterrey el 17 de septiembre de 1973.
Su cuerpo fue velado en la Sala Mayor de Rectoría del ITESM y fue sepultado en el panteón del Carmen.
El H. Congreso del Estado de Nuevo León lo declaró "Benemérito de la Educación" en 1998.

Fuentes: 
Israel Cavazos Garza, Diccionario Biográfico de Nuevo León, UANL, 1984.
Héctor Franco Sáenz, Los Beneméritos de Nuevo León.  H. Congreso del Estado de Nuevo León (2003).
http://www.itesm.mx/wps/wcm/connect/ITESM/Tecnologico+de+Monterrey/Nosotros/Que+es+el+Tecnologico+de+Monterrey/Don+Eugenio+Garza+Sada/
http://www2.ccm.itesm.mx/talentotec/node/431

Sonia Estrada.

Los documentos de erecciones en Villa de los municipios de Nuevo León son algunos de que más interesa a los usuarios del acervo histórico del Archivo del H. Congreso del Estado de Nuevo León.
La categoría de organización territorial llamado Villa tiene su gran auge en la República a lo largo del Siglo XIX. En 1825, luego de la integración oficial de Nuevo León a los Estados Unidos Mexicanos y de que tanto la Constitución Federal como la Estatal fueran sancionadas, el Estado se encontraba dividido en cinco partidos: Monterrey, Cadereyta, Pilón, Linares y Boca de Leones. Algunos territorios, haciendas o ranchos deseaban independizarse políticamente de sus respectivas cabeceras municipales y encontraron una manera de hacerlo a través de las solicitudes de erecciones en Villa.
Había varios requisitos que los ranchos o haciendas debían llenar para ver cumplida su solicitud. Por ejemplo, el número de habitantes debía ser mayor a mil; debía construirse una casa municipal y una iglesia; debía quedar comprobada la solvencia económica del territorio y su capacidad de sobrellevar el gobierno de la Villa.
La aprobación del Congreso del Estado de la formación de estos territorios daría inicio a la demarcación de los actuales municipios integrantes del Estado. De ahí la enorme importancia histórica de los documentos, que aún se pueden encontrar en nuestro Archivo.
Un decreto de erección en Villa esta, frecuentemente, integrado por las solicitudes e iniciativas del Gobernador y vecinos del lugar que desea emanciparse así como por extensas listas de los habitantes del lugar. En muchos de los casos, se pueden encontrar, dentro del expediente, documentos que dan fe de las apasionantes polémicas que surgían cuando se llegaban a realizar éste tipo de solicitudes. Los procesos de erecciones en Villa creaban muchos conflictos ya que si bien la mayoría de los vecinos estaban deseosos de formar parte de la nueva circunscripción, otros preferían no separarse de sus poblados ya fuera por simple preferencia o por considerar que sus intereses se verían afectados. Es común encontrar alcaldes o dueños de tierras de las localidades de las cuales se separaba la futura Villa atacando el proyecto. Era el Congreso del Estado el encargado de analizar todas las opiniones sobre el tema y, finalmente, el juez que debía decidir si la erección de la Villa se realizaba o no.

Fuentes: 
Israel Cavazos Garza, Diccionario Biográfico de Nuevo León, UANL, 1984.
Irma Margarita Pompa del Angel, Universidad Autónoma de Nuevo León, 70 años de siembra, UANL, 2003.
http://www.uanl.mx/universidad/antecedentes/galeria-de-rectores/dr-pedro-de-alba.html

Sonia Estrada.

Este mes de diciembre se celebran 96 años de la publicación de la quinta Constitución del estado de Nuevo León. La cual nos rige hasta el día de hoy. El texto de la Constitución de 1917 se basaba en la Federal del mismo año y pretendía incluir los preceptos revolucionarios.

El  1 de Abril de 1914, la Comisión Permanente del Congreso del Estado de Nuevo León dejó de funcionar, a causa de la revuelta armada. La XXXVII legislatura del Congreso Constitucional Y Quinto Constituyente se instalaría hasta el 21 de Junio de 1917. Los integrantes de ésta serían los encargados de redactar la nueva Constitución. El Gobernador Alfredo Ricaut resumía así la misión de los diputados, en su informe de Gobierno ante el Congreso, el 21 de Junio de 1917:

La Constitución Federal os impone el deber de adaptar a sus reformas la propia, modificando en ese sentido el tradicional modo de ser de nuestra sociedad; y el pueblo, cansado de luchar y empobrecido, quiere paz, orden y trabajo, esperándolo todo de vuestra ilustración, prudencia y patriotismo  (Expediente: XXXVII-1917-C0030-EX0003).

El 16 de Diciembre de 1917, se publicó en el Periódico Oficial.

Se establecía que, en el Estado de Nuevo León, la libertad no tiene más límites que la prohibición de la ley. De la ley emanan la autoridad de los que gobiernan y las obligaciones de los gobernados. En consecuencia, el ejercicio de la autoridad debe limitarse a las atribuciones determinadas en las leyes (artículo 27).

También ordenaba que la educación, además de libre debía ser laica y que, en los establecimientos oficiales, debía impartirse gratuitamente la enseñanza primaria (artículo 3).

Firmaron la Constitución:

Agustín Garza González
Santiago Roel
Galdino P. Quintanilla
José Treviño Flores
Gregorio Morales Sánchez
Antonio Garza Zambrano
Abel A. Lozano
Enrique M. Martínez
Salomón Pérez Salinas
Everardo de la Garza
Alberto Chapa
José María Charles
Miguel Rincón Ríos