Maíz Transgénico
Desde hace varias semanas corre la noticia de que la empresa Monsanto Comercial, S.A. de C.V. está solicitando permiso a las secretarías de medio ambiente y agricultura para la siembra de maíz transgénico en 700,000 hectáreas del estado de Sinaloa y la empresa Pioneer busca sembrar tres proyectos de 351 hectáreas para Tamaulipas, argumentando beneficios para resistir plagas, malezas, inclusive resistencia a sequías y ofreciendo garantizar la alimentación de los mexicanos, señaló Greenpeace; sin embargo, últimos estudios de los cultivos de maíz transgénico en Iowa, Illinois, Minnesota y Nebraska, en el medio oeste estadounidense, sólo han dejado la reproducción de superinsectos y supermalezas y obligando a ir desechando por los agricultores del vecino país, esas semillas transgénicas y respectivos agroquímicos que han afectado sus tierras y sus vidas, un movimiento de Farmers de Estados Unidos, que va en crecimiento y mandando al bote de la basura, las bondades prometidas de ese maíz transgénico.
La autorización de siembra experimental y no se diga comercial de maíz
transgénico en cualquier parte del territorio mexicano, es sumamente grave para
la conservación de nuestro maíz debido a la contaminación genética que causará
de organismos modificados en nuestros granos nativos, criollos o híbridos.
Permitir la siembra comercial en Sinaloa, granero de México y principal
productor de maíz blanco, base de nuestra alimentación, representa el tiro de
gracia a nuestro derecho a una alimentación sana y de calidad, todo ello es así
porque el Gobierno Federal pretende sustituir nuestra alimentación con maíz
transgénico, el cual es amarillo y su principal uso es la alimentación de
ganado. En todo ello, tenemos ya estudios definidos que van liquidando la
supuesta incertidumbre científica sobre los efectos que los
alimentos transgénicos podrían traer a la salud de los consumidores, algo que
cada día es más preocupante ante los arribos de estudios contundentes en el
tema y denuncias de organismos internacionales como la Organización Mundial de
la Salud por el uso de peligroso agroquímicos que tales siembras de
transgénicos conllevan como el Glifosato, tanto para la salud humana como para
el medio ambiente, por eso, ante tal ofensiva a hombres y naturaleza por tales
siembras de transgénicos en el vecinos estado de Tamaulipas, exijamos la
aplicación del principio de precaución y la prohibición de la siembra de maíz transgénico
y demandamos la injerencia de nuestras autoridades estatales y federales, así
como de organismos de la sociedad civil en la defensa de nuestros maíces
originarios, base de nuestra alimentación y desarrollo cultural originario de
nuestra mexicanidad.
Cabe mencionar que para tal proyecto de siembra experimental de transgénicos La SAGARPA a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) en apego a lo establecido en el Artículo 33 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM), informó al público en general, sobre las solicitudes de permiso de liberación al ambiente de organismos genéticamente modificados de uso agrícola, que han sido presentadas ante dicha dependencia (http://www.senasica.gob.mx/?id=1344), mismas que se encuentran para su consulta pública, por lo tanto es necesario participar en dicha consulta para esas solicitudes de siembra de maíces transgénicos que se cierra el 5 de noviembre del 2012; sin embargo al revisar el protocolo de esa consulta, se establece que está mañosamente diseñada porque como lo señala el doctor en geociencias por la UANL, Igor Ishi Rubio Cisneros: "no es una consulta pública porque excluye a la mayoría de la población del país, ya que se trata de una consulta reduccionista en términos científicos-técnicos en virtud de la propuesta de agricultura industrial de Monsanto, cuando en México existe una trayectoria milenaria de técnicas de cultivo.
Bajo lo anterior, como lo señala el doctor Antonio Turrent Fernández en su más reciente estudio en defensa de nuestros maíces desarrollado para demostrar la "Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México" el maíz transgénico fue diseñado para la producción de gran escala en tierras de alta calidad agrícola. Sin embargo, como se anota previamente, los déficits de rendimiento ya son reducidos en estas condiciones, y los íbridos convencionales siguen incrementando sus rendimientos. Los rendimientos de maíz bajo riego en el estado de Sinaloa promediaron 9.05 ton/ha en 2001--‐2005 y 10.12 ton/ha en 2006--‐2010 (SIAP, 2012b). Los cultivos transgénicos no mejorarían estos logros para las grandes unidades de producción, y los resultados no han sido particularmente útiles para los productores en pequeño. Por otro lado los riesgos son altos para un país que como México cuenta con un gran reservorio de biodiversidad de maíz. Hay evidencias de que el maíz transgénico y su tecnología de producción, incluido el uso de herbicidas, pueden ser tóxicos a los ratones de laboratorio usados como modelo para la salud humana.
Por último, por lo que refiere
Turrent a la autosuficiencia en la producción de maíz señala, es posible liquidar el déficit de rendimientos para
los 3 millones de campesinos que producen la mayor parte del maíz en México ya
que esta brecha afecta negativamente la seguridad alimentaria y obliga a
importar maíz por más de 2 mil 500 millones de dólares anuales. En la
actualidad México importa más de la tercera parte de su consumo de maíz, y la
mayor proporción de estas importaciones provienen de Estados Unidos.
El citado estudio sostiene que en un período
de 10 a 15 años México incrementaría la producción en la actual superficie
cultivada, para pasar de 23 a 33 millones de toneladas anuales. Ello permitiría
saldar el déficit de 10 millones de toneladas anuales que hoy afecta nuestra la
balanza comercial. Desde luego, el punto importante aquí es que en esta etapa
el incremento de la producción se lograría sin la expansión de la frontera
agrícola. Se trata de un proceso de intensificación sustentable de la
producción.
Monterrey, Nuevo León a 15 de Octubre del
2012
Diputado Eduardo Arguijo Baldenegro
Coordinador de la Fracción Legislativa
del Partido de la Revolución Democrática