Autor: Grupo Legislativo PAN
Por: Ignacio Castellanos Amaya.
El gusano barrenador es un parásito que ataca a animales de sangre caliente. Las hembras depositan sus huevos en heridas abiertas y, tras la eclosión, las larvas penetran la carne viva con sus bocas en forma de gancho, ampliando las lesiones hasta provocar la muerte del animal si no recibe tratamiento.
El impacto económico y sanitario es severo. En el caso del ganado bovino, las infestaciones pueden diezmar rodeos completos y comprometer y retrasar la producción de alimento. Desde que el brote comenzó en Centroamérica en 2023, la plaga avanzó hacia el norte y logró establecerse en México, lo que encendió las alarmas en el país.
La reaparición del gusano barrenador ha tenido un impacto económico severo, agravado por el cierre de la frontera con Estados Unidos, lo que ha generado pérdidas estimadas en 1,300 millones de dólares. Esta cifra resulta de la imposibilidad de exportar aproximadamente 650 mil cabezas de ganado en lo que va del año.
Este es un problema sanitario de gran magnitud, una de las principales soluciones es reforzar la vigilancia del ganado que entra y sale de los Estados del sur del país y ganado proveniente de Suramérica. La falta de controles efectivos ha contribuido a la expansión del parásito, afectando a entidades como Chiapas, Tabasco, Campeche, Oaxaca, Veracruz y Yucatán, donde se han registrado brotes importantes.
Hasta la fecha, se han reportado 5,086 casos en animales, lo que representa un incremento del 53 % en comparación con los datos registrados en julio. De ese total, 649 casos continúan activos, lo que confirma que la plaga aún no está bajo control y requiere una respuesta urgente y coordinada para contener su avance.
En días recientes, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) confirmó un caso en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, lo que incrementa la amenaza de propagación hacia los hatos.
El cierre fronterizo por el gusano barrenador genera pérdidas millonarias al sector ganadero del estado. Esta situación podría generar graves afectaciones tanto a nivel estatal como nacional.
Para hacer frente a esta emergencia sanitaria, es fundamental actuar con la mayor rapidez posible y fortalecer la vigilancia en las casetas y puntos estratégicos de inspección interna. En estos sitios se deben realizar inspecciones zoosanitarias y aplicar medidas de control contra el gusano barrenador, como la revisión del ganado y la aplicación de tratamientos.
Estas instalaciones son claves para detectar y contener la plaga en sus posibles puntos de ingreso al Estado, reforzar la vigilancia epidemiológica y para evitar su propagación. De esta manera, se busca proteger al ganado de los graves daños que ocasiona este parásito.
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