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VOTAR Y SER VOTADA
2 de Enero 2008

VOTAR Y SER VOTADA

Monterrey, 2 de Enero 2008


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V VOTAR Y SER VOTADA
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Dip. Laura Paula López Sánchez
Fecha de Última Actualización: 01/02/2008


No cabe duda que la equidad de género es un camino largo. Basta con recordar que en México hace apenas 50 años se le otorgó a la mujer el derecho al voto, pero no fue sino hasta 1953 que se le reconoció la ciudadanía y el derecho a votar y ser votada.

Increíblemente, hasta entonces la mujer estaba relegada a un segundo plano, como los niños que deben conducirse de la mano de un adulto por que no tienen criterio para tomar sus propias decisiones; así estaban consideradas las mujeres.

Hoy día (según el INEGI cifras al 2005), las mujeres constituyen un 52.2 por ciento de la población total del país y en Nuevo León representamos el 50.2 por ciento. Sin embargo, tradicionalmente las mujeres han llevado a cabo un trabajo invisible, no valorado: De hecho, sólo unas cuantas tienen acceso a la cultura, a la superación y realización, haciendo más difícil aun la incursión del sexo femenino en los espacios de la vida política y en la toma de decisiones.

Esta realidad social ha sido vista tan celosamente por parte de un gran sector de la población que se ha convertido en una lucha constante de la mujer a fin de que se le brinde igualdad de oportunidades para desarrollarse en todos los ámbitos de la vida: en el social, laboral, económico, religioso, cultural y en el político. Y es en este último -en el político- en el que está a punto de suceder un hecho que reforzará las posibilidades de acción de la mujer en los puestos de elección popular, ya que si bien es cierto que no existen en México discriminaciones legales o constituciones que impidan a la mujer participar en política, sí existen ataduras de orden cultural que inhiben la postulación de mujeres a estos cargos.

Entre algunas de estas ataduras tenemos los prejuicios respecto a sus capacidades, la desconfianza en la idoneidad de la mujer para ejercer cargos de relevancia,la concepción de incompatibilidad con el papel de madres o amas de casa, la convicción de que la función pública esta destinada a ser ejercida por los hombres, etc. Estas convicciones -que tienen su origen en la educación, en la estructura de la autoestima y en la idiosincrasia de nuestro pueblo- crean sentimientos de inferioridad y temor a ejercer el poder, determinando así la autolimitación de las mujeres.

Según la UNICEF "se ha comprobado que en los países industrializados las mujeres legisladoras están mayormente comprometidas con la causa de la niñez, la mujer y la familia". Por lo tanto y tomando en cuenta que las mujeres representan el 70% de las personas que viven en pobreza, es importante que consolidemos la perspectiva de género como herramienta indispensable en el diseño de leyes, de programas gubernamentales y políticas públicas que garanticen la equidad y la justicia, no solo otorgándoles la ciudadanía, sino que para culminarse debe materializarse a través de acciones afirmativas.

Podrá preguntarse usted estimado lector, ¿que es eso? Pues bien, las acciones afirmativas son medidas compensatorias y temporales destinadas a identificar y eliminar las discriminaciones REALES, así como a acelerar la igualdad de facto entre mujeres y hombres que contribuye a la construcción de una sociedad más justa, equitativa y democrática.

Atendiendo a este sentido de equidad, el pasado 8 de Marzo de 2007, presentamos a nombre del Grupo Legislativo del PAN, la iniciativa para que se incluyan las cuotas de género en la Ley Electoral de nuestro estado, ya que a nivel federal están incluidas desde el año Dos Mil, y como es inminente una homologación al COFIPE, es muy probable que pronto estemos festejando este logro.

El mínimo de participación de hombres y mujeres en los procesos electorales, mejor conocida como cuota de género, existe ya en los estados de Sonora, Colima, Michoacán, Sinaloa, Durango, San Luis Potosí, Guanajuato, Chihuahua, Coahuila y Zacatecas.

Sólo esperamos la buena disposición de los partidos políticos a fin de que impulsen su fuerza femenina postulando candidaturas reales y no meramente "simbólicas" al registrar a las mujeres como suplentes, o en distritos perdidos, o como titulares de fórmula a quienes después induzcan a pedir licencia para que entre el varón suplente, pues el espíritu de la ley es que haya una mayor representación de la mujer.

Para las mujeres, esto no necesariamente significa abandonar sus origines, sus valores, ni un intercambio de rol respecto al hombre, mucho menos una confrontación de géneros. Se trata más bien de la multiplicación de sus facetas como profesionista, empresaria, deportista, política, esposa, madre, hija y todo lo que queramos ser y que representa nuestra realización como seres humanos.

Con ello estaremos haciendo honor al postulado de las Naciones Unidas para GARANTIZAR LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y EL DESARROLLO PARA LAS MUJERES.

C. Laura Paula López Sánchez

Diputada Local Grupo Legislativo del PAN

Distrito 14